Por orden del presidente venezolano se han formado 101.060 patrullas que, integradas por dos millones y medio de militantes activos del partido oficialista, se desplegarán hoy en los 25.000 colegios públicos y 7.000 privados del país
Yo no le tengo miedo a los patrulleros chavistas”, dice Dalia Gómez al diario ABC, de 14 años, alumna del noveno curso del ciclo básico. Su colegio, al igual que otras 25.000 unidades educativas públicas, será terreno de confrontación política con motivo de la nueva ley de educación socialista impulsada por el presidente Hugo Chávez, cuando se reinicien hoy miércoles las actividades escolares.
A Dalia, cuyo apellido fue cambiado para evitar represalias, lo que le preocupa es el retroceso en que se ve envuelto su futuro como el de siete millones de escolares inscritos. “No me gusta la nueva ley porque retrocedemos al modelo antiguo, es decir, pasamos del 1° al 10° año, como es ahora, a la primaria y la secundaria ya caducos, y además perdemos un año porque nos meten un año más para terminar el bachillerato”, razona la jovencita.
El presidente Chávez ha promulgado la Ley Orgánica de Educación (LOE), luego de haber sido aprobada por la Asamblea Nacional de manera inconsulta y sorpresiva horas antes de entrar en vacaciones en agosto. Esto ha generado una polémica de carácter nacional, dividiendo las opiniones, más en contra que a favor, según las encuestas.
Chávez promulgó este sábado la polémica ley tachada de inconstitucional por la oposición, con el objetivo declarado de crear "la mujer nueva, el hombre nuevo" y "la sociedad socialista". La norma introduce el inquietante concepto de "Estado docente".
Esta misma ley junto a otros 69 proyectos fueron rechazados por la mayoría de los electores venezolanos en el referéndum celebrado en diciembre de 2007. Sin embargo, el mandatario insiste en imponerla pase lo que pase, para crear ese “hombre nuevo” y “mujer nueva” que necesita “la revolución bolivariana”.
Para impulsar su polémica ley, el mandatario juramentó a los militantes del Partido Socialista Unido de Venezuela, PSUV, que van a integrar “las patrullas socialistas” para “defender la revolución y la nueva ley de educación”.
Recibidas las órdenes del comandante y ejecutadas por las autoridades chavistas, que a su vez son miembros del PSUV, como el ex alcalde de Caracas, Freddy Bernal, se han conformado 101.060 patrullas, integradas por dos millones y medio de militantes activos del partido oficialista que se desplegarán hoy en los 25.000 colegios públicos y 7.000 privados del país.
Según Bernal la misión de los patrulleros chavistas será la de “defender” la nueva ley de educación. Los patrulleros se conforman en Comités de Defensa de la Revolución, copiados del régimen cubano.
Los directivos del PSUV, los ex ministros Ana Elisa Osorio y Rodrigo Cabezas, han evitado la palabra “confrontación” que podría generarse en las escuelas pero aseguraron que “debemos estar felices de tener esta ley. Si inculcar valores de paz y amor es comunismo, entonces somos comunistas”, dijeron al reconocer que se va a ideologizar con la nueva ley.
Y eso es lo que no quiere la mayoría opositora de los educadores, padres y estudiantes, que ahora se enfrentan a la aplicación de la ley socialista en las aulas. La movilización tanto del oficialismo como de la oposición en el terreno educativo es intensa y ha generado tensión.
El presidente del gremio de maestros, Fetramagisterio, Nelson González, ha hecho un llamamiento a todos los maestros y profesores para que acudan sin falta hoy a clase para iniciar un debate sobre la nueva ley ante un supuesto “genocidio laboral” que impulsaría el gobierno para iniciar despidos masivos en el sector, al igual que ocurrió con los 20.000 empleados cesados de Petróleo de Venezuela.
Octavio de Lamo, presidente de la Cámara Venezolana de la Educación Privada, también convocó a los educadores a reincorporarse a clases y a los padres y representantes a defender la democracia. “Llegó la hora de la actuación de los padres, que se están organizando en asambleas porque les duele el proceso pedagógico de sus hijos”.
La nueva ley de educación
Según diversas opiniones de los opositores, la nueva Ley Orgánica de Educación es inconstitucional porque impone el “socialismo”, quebranta los principios democráticos, de pluralismo y universalidad de la enseñanza. Es un retroceso histórico.
También elimina la educación religiosa y la privada porque no aparecen las subvenciones que actualmente recibe ese sector. Igual anula la autonomía de las universidades y la elección de sus autoridades y de los estudiantes. Le da poder y prerrogativas a los consejos comunales, dominados a su vez por el comandante, para intervenir y decidir en las escuelas.
Además le otorga demasiada discrecionalidad al Ministro de Educación para cerrar los medios de comunicación que supuestamente hayan pecado en la emisión de mensajes desestabilizadores.
Aún así, el nuevo instrumento jurídico no se puede aplicar todavía porque le falta la elaboración de sus diferentes reglamentos y normas. Mientras eso llega, el sector opositor seguirá con su estrategia de rechazarla cuerpo a cuerpo y revocarla en todas las instancias.
La pelea es en las aulas
El papel de la iglesia en impulsar el rechazo a la nueva ley no ha pasado por debajo de la mesa. La Conferencia Episcopal Venezolana se ha pronunciado al respecto pero el irreverente monseñor Roberto Luckert, arzobispo de Coro, al noroeste del país, dijo: “la pelea es dentro de las aulas”.
Llamó a los padres a llevar a sus hijos a clases. “La educación católica es fundamental en la crianza de los venezolanos y todas las observaciones que se hagan a esta norma deben ser hechas dentro de las instituciones”.
Escrito por:
Notas de Movimiento Libertad