La economía nacional está en picada. Simple y llana conclusión del evento “Perspectivas 2009-2014″ de Veneconomía.
Es lastimoso ver cómo otros países están saliendo de la crisis mundial, al tiempo que Venezuela se hunde más y más, pero las cifras indican que el PIB no petrolero per cápita del país está 16% por debajo de lo que era hace 32 años, Pdvsa sigue colapsada y, según organismos internacionales de la energía, la producción petrolera nacional estaría en el orden de los 2,4 MM b/d con tendencia a la baja.
Una “novedad” que se suma a la crisis energética es que la licitación de Carabobo no fue tan exitosa como se quiso ver ya que muchas empresas advirtieron, con voz baja pero firme, que queda mucho por negociar y no pueden decir aún qué tan adelante irán con las negociaciones del gobierno venezolano, el que –por cierto- ya dio todo por hecho.
Robert Bottome, director de Veneconomía, no tiene reparos en observar que “Venezuela se está cayendo a pedazos en todos sus frentes, incluyendo la infraestructura de prácticamente todos los servicios: electricidad, agua, basura, puertos, etc.,” y prevé que, a pesar de que Cantv reportó buenas ganancias en 2009, el servicio de telefonía también tendrá problemas en algún momento, como todo el resto. Así que a aprontarse (si es que se puede).
¿Quién manda en este país?, se pregunta Bottome al calcular que hay entre 60.000 y 80.000 cubanos en Venezuela, gran parte en puestos estratégicos en Miraflores, la Onidex, en el Ministerio de Agricultura, en el Ministerio de Defensa, en el de Infraestructura y otros.
“El progreso de este país sólo es posible con un cambio de modelo político-económico”, concluyó el analista, convencido que las próximas elecciones parlamentarias serán una oportunidad para los venezolanos, que no habría que desperdiciar. Y el gobierno lo sabe, de ahí su interés en comenzar cuanto antes la campaña mediática a su favor. Por lo pronto, la devaluación de enero le generó al gobierno unos Bs.F.90 millones adicionales, que en parte serán sin duda utilizados en la campaña que ya se prepara.
¿Y el futuro? Según Bottome, hay dos escenarios posibles, según avance la dinámica de fuerzas políticas: uno que va “directo a Cuba” (con un sector privado estrictamente controlado y tendiente a desaparecer, una economía estancada y una dictadura férrea), u otro panorama, más alentador, en el que el presidente Chávez podría llegar a adoptar políticas más “razonables” para mantenerse en el poder. Este último escenario sólo se dará con una oposición unificada y una opinión pública activa que le obligue al régimen a cambiar o flexibilizar su agenda.
La conclusión es que, para cambiar el rumbo del país, hay que actuar. En tal sentido, el presidente de Coindustria, Carlos Larrazábal, enfatizó la importancia de acercarse a las bases de las empresas. “Los trabajadores deben ser nuestros primeros defensores. Deben saber qué significa realmente la empresa privada para la economía de un país y para las fuentes de trabajo de una nación, y valorar los mercados”, dijo.
Es por ello que Confederación comenzó a dar talleres para transmitir estos conceptos en distintas partes del país, quizás con la intención de contrarrestar el Plan de Formación Nacional del Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laborales (INPSASEL). En estos días, Coindustria también comenzará una campaña mediática que fortalezca los valores tradicionales y de pluralidad nacional.
Todo indica que las fuerzas opositoras, partidos políticos incluidos, tratan de organizarse. Era hora. Mientras, el chavismo avanza sin pena ni gloria. ¿Y el caso Henri Falcón? Para muchos, su pase al PPT no fue más que una puesta en evidencia de los problemas internos que tiene el chavismo, lo que se suma a la reciente renuncia del vicepresidente de la República y de algún que otro ministro rojo-rojito.
Mucho se definirá en los próximos meses. Lo importante en este momento es que la oposición logre estar en el foro del debate público y que tenga su representación en el parlamento como forma de que se vaya ordenando el equilibrio entre los poderes públicos. Con eso, si bien no suficiente, ya sería bastante.